Cuando Sharif Ingresa a México, «Autodeportado» a mi Ciudad, debe entregar sus documentos al Consulado de los Estados Unidos en Ciudad Juárez y no regresar más al País del Norte, así lo hace, de esta manera inicia sus actividades para la misma empresa con que laboraba en Midland, la cual le proporciona un Vehículo Mercury, Grand Marquis de reciente modelo para desplazarse, le renta una vivienda en el exclusivo Fraccionamiento Rincones de San Marcos para que desde ahí labore, y le cubre todas y cada una de sus necesidades, podría decirse que su sueldo era para divertirse y desafortunadamente la Historia de New Jersey se repite.
El egipcio empieza a fecuentar bares de la zona centro de Ciudad Juárez, no necesariamente los lugares de moda, sino aquellos en los que rapidamente sobresale como un extranjero con dinero, dispuesto a invitar bebidas para crear nuevas amistades, rapidamente se involucra con un grupo de jovenes pandilleros «Los Rebeldes», contrario a lo que quienes lo apoyan manifiestan, Sharif si hablaba nuestro idioma, quizá con dificultad al principio, pero se daba a entender, cuando yo llegue a traducir en sus diligencias, era obvio que no me necesitaban ahí, en múltiples ocasiones llegue a escuchar a Sharif hablando español, con un fuerte acento pero entendible y fluido.
Este grupo, rapidamente traba una amistad con Sharif, quien les invita a su casa en la entonces zona dorada, para compartir alcohol y drogas, la condición, igual que en New Jersey, que lleven jovenes mujeres para que el pueda saciar sus bajos instintos con ellas, pero esto no es fácil, «Los rebeldes» eran predominantemente hombres, así que utilizaban como señuelo a una joven de nombre Erika Fierro, quien «enganchaba» a las jóvenes, se hacía pasar por su amiga, las llevaba con el grupo y ellos a su vez con El Egipcio, de ahi, algunas de ellas tuvieron como último destino los aridos suelos de «Lomas de Poleo», poco despues Sharif era detenido cuando una de estas víctimas saltó desnuda, al vacío, desde el segundo piso de la vivienda donde El Egipcio y Los Rebeldes se reunian.
Unos cuantos días antes de que yo presentara mi examen profesional para obtener el Título de Abogado, se llevó a cabo un impresionante operativo en la Zona Centro, Policías de los tres niveles de Gobierno cerraban calles e inspeccionaban uno por uno los distintos bares, sin embargo, su objetivo era JOE´S PLACE, el lugar de reunión de «Los Rebeldes», este operativo fue producto de un trabajo de Investigación que pareciera sacado de la pelicula «The Departed», dos jovenes agentes recien egresados de la Academia de Policía Judicial del Estado, de apellidos Vidal y Ramirez, fueron infiltrados en lo más obscuro de la actividad nocturna del Centro de Juárez, durante años les consideré como dos de los mejores Investigadores que había conocido, trabajos muy detallados y precisos, informes muy completos y, antes de que trabajaran bajo mis órdenes en la Fiscalía Especializada para la Investigación de Homicidios de Mujeres, fueron las piezas clave para lograr la identificación y detención de la banda.
Fueron detenidas cientos de personas, cuya indumentaria y apariencia tenían que ver con la moda de la época, sin embargo, uno a uno de los trasladados a la Procuraduría Estatal, ingresaba por la puerta posterior, pasaba por algunas oficinas y salía por la puerta frontal, como si se tratara de un sedaso que, conforme pasaban las horas, dejaba atrapados a los miembros de Los Rebeldes.
Aqui la historia se torna aun más obscura, puesto que ninguna persona, ajena a la investigación, hubiera imaginado que, desde la comodidad de su celda y mientras administraba una pequeña tienda al interior del penal, esta banda, lidereada por Sergio A.D., recibía de Sharif, pagos mensuales ordenando la violación y muerte de jovenes mujeres, en circunstancias similares a los casos por los que era investigado.
Cuando los cuerpos empiezan a aparecer en la zona de «Lomas de Poleo», tambien inicia el desfile mediatico en el que Sharif lleva la batuta pregonando su inocencia y mostrando siempre, a quien acudía a cubrir la nota, los recortes periodísticos de los homicidios que el, intelectualmente ordenaba a quienes eran los autores materiales, si, al igual que otros asesinos, Sharif, tenía sus libros de recortes.
Yo me encontraba estudiando para mi examen en las oficinas de la Fiscalía, de pronto escuche el ruido que generaba el ingreso de decenas de personas a los pasillos e la Fiscalía, presencié la identificación que se hizo de los miembros de los rebeldes y, aunque no me encontraba inmerso en la investigación, como siempre, decidí quedarme a apoyar, fue de esa forma que escuche con detenimiento a mis compañeros del grupo de homicidios leer las diligencias de la Investigación a Sergio A.D., al «Sinaloa», a Erika Fierro, a Guermes, al Grande y despues presencié la forma en que ellos manifestaban que Sharif era la pieza clave de estos casos, nadie me lo platico, yo los vi, los escuche, sin tortura, sin cohersión, confesar los homicidios y señalar con indice de fuego a quien pagaba por que se segara cada una de esas vidas, también observe como al entonces Visitador de la Comisión de Derechos Humanos, mi Maestro, mi Amigo y respetable abogado, lo humillaban frente a los medios por hacer su trabajo, siempre consideré esto una barbaridad innecesaria y desde ese día mi vida ya no sería la misma, en ese instante, frente a mi, cual si fuese una profecía respecto a mi futuro, supe que mi vocación era ser Investigador Criminal, en ese momento supe, que mi carrera se enfocaría en hablar por quienes ya no podrian hacerlo.
Manuel Esparza Investiga 